Resumen

En 2016 el Diccionario Oxford eligió a la palabra “posverdad” como la palabra del año. Ese fue también el año en el que Donald Trump llegó, contra todo pronóstico, a la presidencia de los Estados Unidos y en el que el Brexit ganó el referéndum, aprobándose la salida del Reino Unido de la Unión Europea. En el devenir de estos dos sucesos fue fundamental la implicación de Cambridge Analytica, una empresa que a través de la extracción y análisis de datos de millones de estadounidenses y británicos llegó a modificar su intención de voto.

El actual funcionamiento de la red, que consiste en conseguir que los usuarios permanezcan e interactúen en ellas el mayor tiempo posible; los discursos y tácticas comunicativas de la extrema derecha 2.0 (Forti, 2021), basadas, en parte, en la propagación de fake news; la mala praxis de muchas y potentes empresas de medios de comunicación de masas; y la desafección y desconfianza de la ciudadanía hacia las “grandes instituciones” (política, medios de comunicación, ciencia), son algunas de las causas que han provocado la actual crisis en la que están inmersas las democracias liberales y el sistema de creencias de las culturas occidentales.

Frente a la desinformación y las fake news la principal acción que se está llevando a cabo para combatirlas es el fact checking, sin embargo, no parece estar resultando demasiado eficaz. Esto podría deberse a que, como ya decía Umberto Eco diez años antes de que se empezase a hablar de posverdad, hoy se ponen en circulación noticias falsas sabiendo que pronto serán descubiertas como tales, porque su función no es la de instaurar falsas creencias, sino la de desmantelar las creencias asentadas (cfr.:2007).

Esta comunicación tiene como objetivo exponer las que consideramos como las principales causas de la actual era de la des-información -por muchos denominada era de la posverdad- e intentar traer algunas posibles propuestas para revertirla. Para ello nos fundamentamos en una metodología semiótica, pues, si entendemos la posverdad como las prácticas discursivas a través de las cuales construimos la verdad, no puede no ser abordada desde la semiótica, definida por Eco como la disciplina que estudia todo aquello que sirve para mentir.
Por tanto, en primer lugar, será necesario entender que la semiótica no estudia la verdad como lo verdadero en sí mismo o como una correspondencia con la realidad, sino como una construcción que se da en el plano social y comunitario y que se logra a través del uso e intercambio de unos saberes compartidos (Lorusso, 2018).

Desde este punto de vista, el problema al que nos enfrentamos hoy no es, como se suele pensar, que estamos ante un decaimiento o reducción de la verdad, sino, más bien al contrario, que nos encontramos ante una multiplicación de la misma. Frente a una verdad pactada, consensuada, que perdura en el tiempo creando y cohesionando a la sociedad, en los días de los filtros burbuja (Pariser, 2011) y las cámaras de eco de la red, existen múltiples y débiles verdades, que son fractales, sostenidas por pequeñas comunidades compuestas, aunque suene paradójico, por individuos atomizados.

Palabras Clave / Fact-checking / Fake news / Posverdad / Red / Semiótica

Abstract

In 2016 the Oxford English Dictionary chose the word “post-truth” as word of the year. It was also, against all odds, the year in which Donald Trump became President of the United States, and the Brexit movement won the referendum, approving the withdrawal of the United Kingdom from the European Union.

For both these successes, the input of Cambridge Analytica was fundamental: by extracting and analyzing the data of millions of American and British citizens, the company managed to change their voting intentions.

How the network works is to get users to remain connected and interacting for as long as possible. This, and the arguments and communication tactics of the far right 2.0 (Forti, 2021) which are partly based on the spreading of fake news; the unwholesome policies of many powerful mass media companies; the people’s disaffection and mistrust towards the institutions (politics, media, science), have all been contributing factors in the rise of the current crisis regarding liberal democracies and the belief system of Western cultures (cfr.: 2007).

Against disinformation and fake news, the main action taken is fact checking; however, its outcomes are less than effective. This may be due to the fact that, as Umberto Eco said ten years ago before post-truth was even a thing, today false news circulates with the knowledge that it will soon be discovered for what it is, because its function is not to establish false beliefs, but to dismantle established beliefs.

The present paper aims to expose what we consider to be the main causes of the current era of disinformation – defined by many as the post-truth era – and propose suggestions to reverse the trend. To do so we rely on semiotic methodology, given that, if we consider post-truth as the discursive practices through which we construct the truth, it, it has to be approached by semiotics, defined by Eco as the discipline that studies all that is necessary to lie.

Therefore, first it will be crucial to understand that semiotics does not study truth as truth itself, or as a correspondence to reality, but as a construction that occurs on a social and community level, through the use and exchange of shared knowledge (Lorusso, 2018).

From this point of view, the problem today is not, as is often thought, that we are facing the decline or reduction of truth, but on the contrary that we are facing its multiplication. Compared to a negotiated, consensual truth, which lasts over time and creates a cohesive society, in the days of bubble filters (Pariser, 2011) and the echo chambers of the network, we have multiple, weak, fractal truths sustained by small communities made of, paradoxically, atomized individuals.

Keywords / Fact-checking / Fake news / Network / Post-truth / Semiotics

FIRMANTES

Nombre Adscripción Procedencia
Asja Fior Universidad Complutense de Madrid Italia